INVENTARIO DEL TEMPLO
Estos son mis cabellos 
Hilo ebrio 
Ellos tejieron cantos sublimes de placer 
embalaron dulces palabras y anidaron desvelo 
Estos son mis ojos 
Leyenda ambigua 
Ellos están abandonados en la ventana 
pendulantes, más bien, en garras de la injusticia 
Estos son mis labios 
Cremallera inútil 
Ellos han gritado en vano por JUSTICIA 
han cantado a la paz, han censurado 'te amo' 
Estos son mis hombros 
Débil andamio 
Ellos han sido derribados por noches de Noviembre 
se doblegaron sumisos a pulcras manos 
Estos son mis brazos 
Candado noble 
Ellos están vacíos a cambio de dar libertad 
encadenando espaldas nerviosas fueron redentores 
Este es mi pecho 
Despensa saqueada 
Él fue sustento de vida para ofrendarla a la patria 
guarda un corazón ajeno convulsionante de anhelos 
Estas son mis manos 
Pincel rebelde 
Ellas dieron refugio a piel trémula de frío 
ruegan sea prorrogado el juicio para plasmar lo que siento 
Esta es mi cintura 
Curva peligrosa 
En ella se ha volcado toneladas de cordura 
Fue condenada por incitar a la justa locura 
Este es mi vientre 
Terreno expropiado
Él albergó un tesoro que lleva 6 años adornando esta tierra 
fijó una pancarta que reza: "Ésta es tu casa cuando quieras" 
Estas son mis piernas 
Madera rebelde 
Ellas han marchado en jubilosa marea roja 
irían a estrenar encuentros aceleradas, sin freno 
Estos son mis pies 
Brújula temeraria 
Ellos han insistido en volver al infierno 
En danzar sobre las brasas de lo incierto, sin miedo 
Estas son mis locuras 
Letras consagradas a la esperanza de ser 
pronunciadas algún día 
-tarde o noche- por tus labios 
Dalila Benedetti


0 Comentarios:
Publicar un comentario
<< Principal