martes, mayo 18, 2010

.:La Casa de Enfrente y los Hijos de mi Vecino:.

Hace unos días me cambié a la casa de enfrente

Me siento todas las tardes en la ventana y observo el concreto manchado
las nubes blanquecinas y los árboles sonrojados ante los nidos de las aves
Observo la casa de enfrente y los hijos de mi vecino


Hace pocos minutos encendí un cigarrillo para acompañar al café
que luce muy solo y ennegrecido en una taza roja


Allí está la hija de mis vecinos
Va con la mano izquierda de su novio en su mano derecha
y en la izquierda un delgado cigarrillo que aspira cada cinco segundos
sin acabar de expulsar el humo de la aspirada anterior
La noto acelerada
con una blusa estampada unas 3 tallas más de las que le corresponde...
Sus pantalones no son los de 'jeans' que suele llevar a la cadera
quizá esté en estado de preñez y no lo saben
no ellos
sino sus padres


Sus padres entran y salen con frecuencia de la casa de enfrente
su casa
A veces mis ojos penetran su ventana y también los observo
Pasan tardes completas
noches completas ¡hasta el desvelo!
sentados cada uno frente a un ordenador...
Ahora que lo pienso sin reservas;
son los mismos equipos que salen y entran de la casa transportados por ellos
colgados de sus hombros delgados
dentro bolsos negros cruzados muy similares a los que usa su hijo mayor


Su hijo mayor está tratando de entrar a la casa que acaba de quedar sola
He contado 7 minutos desde que se detuvo con su manojo de llaves
frente a la cerradura de la puerta de la casa de enfrente
Quizá esté tan borracho que no consigue terminar de meter la llave en el cerrojo...
Ahora que lo pienso sin reservas;
nunca he visto una sola colilla de cigarrillo que él haya arrojado con filtro...
Está drogado y quizá entró sin saberlo
no él
sino su hermano menor


Su hermano menor acaba de cruzar la puerta de la casa de enfrente
acompañado de una chica bastante mayor que él
Suelo observarlo abrir la ventana de su habitación
siempre a más de las 3:30 de las madrugadas para que la chica entre
luego de trepar el Mango que plantaron sus padres
y sus otros 2 hijos que apenas habían aprendido a hablar
cuando habitaron la casa de enfrente...
Prefiero abstenerme de pensar
quizá él necesite algunas prácticas
y ella sea muy buena con la lengua
no la de ella
sino con la lengua Francesa



Acabé mi taza de café
no advertí cuándo ahogué mi cigarrillo
ni si llegó a ahogarme a mí...
Sólo sé que debo apresurarme a entrar a la casa
con la mayor de las tristezas y a tratar de planchar el escándalo...
Es que sólo puedo ver a mis hijos en el interior de mi casa
estando sola
frente a la ventana de la casa de enfrente.




Dalila Benedetti